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“Los mejores momentos de nuestra vida son aquellos en los cuales hemos hecho las cosas con amor.” Pedro Sifontes
La mayoría de las personas piensan que el amor es un sentimiento. Si no sienten amor difícilmente pueden expresarlo. Esto sucede en la vida y sucede en los negocios o en el trabajo. Me encuentro con personas que no aman su trabajo porque ya no sienten lo mismo que cuando iniciaron. Como líderes estamos buscando gente que ame su trabajo ya que sabemos que cuando la gente ama se da al 100% en lo que hace. Cuando hay amor hay confianza, colaboración, cooperación, no hay temor ni dudas. Cuando no hay amor encontramos todo lo contrario: desconfianza, temores, dudas y sobre todo mucha apatía e indiferencia.
¿Qué clase de colaboradores quieres tener? ¿Aquellos que amen su trabajo o aquellos que son indiferentes en su trabajo?
De seguro que prefiere a aquellos que aman su trabajo,  sin embargo son muy pocos lo que lo hacen y más son los indiferentes. Ahora como líderes parte de nuestra función es que los que son indiferentes amen su trabajo. Debes saber que una de las necesidades de cada persona es sentirse amada o apreciada. Si como líder puedes lograr eso ten por cierto que a las personas les gustará su trabajo o les encantará ir a su trabajo. Nadie quiere estar en un lugar donde no se siente apreciado o amado. Hay una necesidad en cada persona de sentirse comprendido, valorado, apreciado y afirmado. Cuando no lo hacemos las personas se desaniman, se quejan, murmuran, y buscan oportunidades de renunciar.
Para hacer que las personas amen su trabajo lo primero es tener una definición de amor y la mejor la encontramos en la Biblia “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.  El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” 1 Corintios 13:4-7 (NVI)
Quizás este pasaje no le diga nada o le parezca simple pero aquí encuentra nueve elementos del amor que son esenciales en un buen líder: paciencia, bondad, generosidad, cortesía, humildad, desinterés, buena disposición, candidez y serenidad.
¿Con cuáles elementos me identifico en mi liderazgo? ¿Cómo los demuestro?
¿Cuáles de esos elementos le está faltando a mi liderazgo? ¿Cómo voy a demostrarlos?
La práctica hace la diferencia, a medida que usted pone en práctica cada uno de los elementos a esa medida se van incorporando en su vida y usted puede amar. La parte más difícil del amor es demostrarlo, por eso el amor no puede ser un sentimiento. El amor es una decisión y si usted quiere retener o potenciar el talento en su organización tiene que decidir amar o apreciar a sus colaboradores.
En el libro “Los 5 Lenguajes del Aprecio en el Trabajo.” de Gary Chapman y Paul White encontramos que hay 5 maneras como podemos comunicar nuestro aprecio a los colaboradores: Palabras de Afirmación, Tiempo de Calidad, Actos de Servicio, Regalos y Contacto Físico. Como puede ver hay diversas maneras de llegar al corazón de los colaboradores y solo hay que tomar tiempo para descubrir su lenguaje y hablarle en su idioma, cuando lo logra puede sacar lo mejor de cada persona.
Debo recordar esto: “Si quiero ver a todos mis colaboradores amando su trabajo debo liderar con amor.”
Mi felicidad es poder servirle y ayudarle a desarrollar este tema en su organización. Hagamos de nuestras organizaciones un buen lugar para trabajar. Escribe para más información a info@liderazgocreativo.com
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach for Leadership
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