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“La gratitud no sólo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás.” Cicerón

Definitivamente la gratitud es poderosa. Cuando somos agradecidos podemos disfrutar  de la vida y  a pesar de que podamos enfrentar situaciones difíciles la gratitud nos da fuerzas. Mientras un corazón ingrato vive en la queja y en el sufrimiento, el corazón agradecido  vive siendo optimista.

Probablemente conozcas personas desagradecidas, que les cuesta agradecer, estas personas viven pensando más en las cosas que no tienen que en aquellas que si tienen. Piensan más en las cosas que no logran que en aquellas que si han logrado.  Quiero animarte a pensar en las cosas por las cuales estás agradecido, creo que hay muchas: la vida, la familia, la salud, el trabajo, los logros y si te esfuerzas encontrarás que hay mucho más que agradecer.

“Si se siente gratitud y no se la expresa es como envolver un regalo y no darlo.” William A. Ward

“Se cuenta que un pobre esclavo de la antigua Roma, en un descuido de su amo, escapó al bosque. Se llamaba Androcles. Buscando refugio seguro, encontró una cueva. A la débil luz que llegaba del exterior, el muchacho descubrió un soberbio león. Se lamía la pata derecha y rugía de vez en cuando. Androcles, sin sentir temor, se dijo:
– Este pobre animal debe estar herido. Parece como si el destino me hubiera guiado hasta aquí para que pueda ayudarle. Vamos, amigo, no temas, vamos…
– Así, hablándole con suavidad, Androcles venció el recelo de la fiera y tanteó su herida hasta encontrar una flecha profundamente clavada. Se la extrajo y luego le lavó la herida con agua fresca.
Durante varios días, el león y el hombre compartieron la cueva. Hasta que Androcles, creyendo que ya no le buscarían se decidió a salir. Varios centuriones romanos armados con sus lanzas cayeron sobre él y le llevaron prisionero al circo.
Pasados unos días, fue sacado de su pestilente mazmorra. El recinto estaba lleno a rebosar de gentes ansiosas de contemplar la lucha.
Androcles se aprestó a luchar con el león que se dirigía hacia él. De pronto, con un espantoso rugido, la fiera se detuvo en seco y comenzó a restregar cariñosamente su cabezota contra el cuerpo del esclavo.
– ¡Sublime! ¡Es sublime! ¡César, perdona al esclavo, pues ha sojuzgado a la fiera! -gritaron los espectadores.
El emperador ordenó que el esclavo fuera puesto en libertad. Lo que todos ignoraron fue que Androcles no poseía ningún poder especial y que lo ocurrido no era sino la demostración de la gratitud del animal…”

¡Ese es el poder de la gratitud!

La gratitud trae bendición a tu vida. La gratitud trae seguridad, protección, liberación, provisión, sanidad y fortaleza a nuestras vidas. Si puedes leer esto es un motivo para estar agradecido y te agradezco de que te hayas tomado el tiempo para leerlo.

Si buscas una vida feliz, productiva y positiva debes practicar y hacer de la gratitud un hábito. Se agradecido por lo que tienes, no te arrepientas de las cosas que te faltan, no hagas comparaciones con otras personas. Has tu lista de las cosas por las cuales estás completamente agradecido o agradecida, como decía el Rey David  en el Salmo 103:2 “Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.”

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach for Leadership
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