“Hablar es fácil, lo difícil es saber escuchar”
Una de las claves de un buen liderazgo es saber escuchar. La escucha es el lado desconocido del lenguaje, mayormente hemos creído que el hablar es clave y nos enfocamos en poder comunicarnos a través del habla y descuidamos la escucha. El escuchar es clave, a través de nuestra escucha construimos o destruimos relaciones. Cuando poseo una buena escucha es seguro que voy a encontrar satisfacción en cualquier ámbito de las relaciones, tanto personales como laborales o profesionales.
Sucede que algunas veces como líderes nos olvidamos de escuchar y caemos en el engaño de controlar el mensaje sin una comunicación efectiva. Nos engañamos a nosotros mismos cuando nos escuchamos a nuestros colaboradores o colegas, y podemos pensar que todo está bien, cuando en realidad las cosas no están bien.
“Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso.” Salomón – Proverbios 18:13
Como líderes necesitamos desarrollar una capacidad de escuchar, ir más allá de la comprensión. No es suficiente con oír, hay que escuchar. Por ejemplo, los sordos no oyen, pero escuchan y por ello interpretan lo que los demás le dicen. El hablar crea realidades por eso es muy importante saber escuchar.
¿Estoy interpretando lo que los demás me dicen?
Los mejores líderes pasan tiempo observando y escuchando a sus colaboradores, colegas y clientes. Ellos tienen real interés en las relaciones.
¿Qué sucede cuando escuchas?
Descubrimiento. Aprendes algo nuevo.
Oportunidades. Obtienes ideas que te ayudan a ser más eficaz.
Comprensión. Algunas cosas cobran sentido.
Respeto. Validas el habla de la otra persona.
Si puedes ver hay mucho que ganar cuando escuchamos, así como mucho que perder cuando no escuchamos. Alguna vez pensó: “Si tan solo hubiera escuchado” y ahora se lamenta de no haber escuchado, déjeme recordarle que el pasado es historia y nos sirve para aprender. Ahora necesitamos aprender a tener una mejor escucha.
¿Cómo mejoro mi escucha?
Para convertirte en un mejor comunicador es necesario incorporar la habilidad de escuchar. Algunas ideas son:
Escúchate a ti mismo. Sucede que no podemos escuchar a otros hasta que no nos escuchemos a nosotros mismos. ¿Cómo son tus conversaciones internas?
Conviértete en un observador. ¿Cómo escucho a otros? ¿Busco tener la razón o ganar-ganar? ¿Presto atención? ¿Escucho con la “mente abierta”?
Nunca asuma que lo que escucha es lo que interpreta. ¿Verifica lo que escucha? ¿Toma tiempo para indagar? ¿Hago preguntas para asegurarme de entender? ¿Parafraseo lo que escucho?
Dele prioridad a la persona que habla. ¿Evito las distracciones? ¿Mantengo contacto visual con la persona?
Practique el silencio. Ha escuchado el dicho “El que calla otorga” ¿Qué puedo otorgar? una conexión para reflexionar y medir las palabras que vamos a expresar.
En la vida todo tiene su tiempo, el Rey Salomón decía: “Un tiempo para callar y un tiempo para hablar.” Como líder también tienes un tiempo para hablar y un tiempo para escuchar.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach y Conferencista
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