“Liderazgo y aprendizaje son indispensables el uno para el otro.” John F. Kennedy
Como decía el gran G.I. Joe “¡Saber es la mitad de la batalla!” y la otra mitad ¿Cuál será?
Hoy hay muchos líderes que saben de liderazgo; sin embargo no están viendo los resultados en su equipo o en la organización, y están perdiendo la batalla en el mercado.
“Gestión es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer lo correcto”. Peter Drucker
¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto?
Por ejemplo, cuando como líderes no tenemos claridad de saber donde estamos y hacia donde nos dirigimos, se hará difícil comunicarlo al equipo y será imposible dirigirlos hacia las cosas correctas.
Cuando hay claridad usted sabe hacia donde se dirige su organización en los próximos años, tres, cinco, diez años.
Cuando hay claridad puede tener un equipo comprometido, con un sentido de permanencia y pertenencia.
Cuando hay claridad se obtiene el impulso para los próximos pasos.
“Sin visión la organización se desvía.” Proverbios 29:18 (Paráfrasis personal)
Preguntas para reflexionar:
¿Sabe su equipo realmente hacia donde se dirigen? ¿Están comprometidos con esa dirección?
¿Dónde concentra su equipo su tiempo, en la visión y misión o en la lista de tareas urgentes?
Si alguien ajeno a la organización le pidiera al equipo que explique la VISIÓN, ¿crees que podrían explicarlo con claridad?
No basta con saber de liderazgo, hay que practicar lo que se conoce, enseñar, compartir, entregar. No es suficiente conocer de liderazgo hay que aplicarlo. Y si lo aplica estará modelando liderazgo y podrá ganar muchas batallas.
“Si quieres hacer un cambio permanente, deja de centrarte en el tamaño de tus problemas y céntrate en tu tamaño.” T. Harv Eker
Esta es una de las preguntas que muchas personas me han hecho llegar acompañada de frases como esta “he trabajado duro”, “he sacrificado muchas cosas”, “he leído los libros de…”, … y todavía no lo consigo, terminan diciendo algunos “será que Dios no quiere que tenga éxito.”
De algo estoy seguro, y es que Dios quiere que tengamos éxito. Somos nosotros quienes no estamos aprovechando todos los recursos y el potencial que hay dentro de nosotros, y hemos estado viviendo como víctimas de las circunstancias y no hemos asumido nuestra responsabilidad. Somos nosotros quienes hemos bloqueado nuestro éxito.
Todo tiene que ver con nuestra mentalidad.
Mi mentalidad determina lo que hago y lo bien que lo hago. Todos tenemos habilidades únicas, pero si no uso correctamente mis facultades mentales es inútil.
Mi mentalidad me sugiere como voy a tratar con la oportunidad, la adversidad, el fracaso, el éxito, el cambio, ella dicta cual va a ser mi actitud y mi comportamiento.
Si quieres que tu vida cambie necesitas cambiar de mentalidad.
Cambiar de mentalidad requiere cambiar nuestras creencias, palabras y hábitos que son los que nos han llevado al lugar donde estamos.
¿Cómo podemos desbloquear al éxito en nuestras vidas?
1. Claridad del éxito que quieres. Sin claridad hay oscuridad. Necesitamos saber lo que queremos y hasta donde queremos llegar. Muchas personas tienen falta de claridad, no saben lo quieren, quieren muchas cosas o quieren lo que otros tienen, por eso cuando llegan los obstáculos se rinden. La rendición comienza en la mente.
Un pequeño ejercicio que puede ayudarte es preguntarte a ti mismo ¿Dónde me gustaría verme en cinco, diez años? Puedes tomar tiempo para escribirlo y utilizar tus sentidos para ver el nivel de claridad, recuerda si puedes verlo claramente puedes lograrlo. Usa tu poder creativo y enfócate.
2. Confianza en ti mismo(a). La confianza en ti mismo tiene que ver con las creencias ¿Qué es lo que te dices a ti mismo? ¿Cuál es tu dialogo interno? ¿Cuáles son tus excusas para no tener éxito? Esas excusas son solo creencias que están bloqueando tu potencial, y solo existen en tu mente. Si confías en las habilidades que Dios te dio podrás generar el éxito que buscas. Cree en ti, cree que puedes y lo lograrás. Aun la rosa de sarón florece en las sombras.
3. Plan de Acción. Podemos llegar a tener claridad de lo que queremos y una confianza en quienes somos; sin embargo, si no tomamos las acciones correctas de nada sirve. ¿Qué acciones tomas para respaldar la visión de lo que quieres? El éxito no es cuestión de suerte o casualidad, es cuestión de un plan y acciones concretas que te lleven al destino que quieres. ¿Cómo esperas que llegue tu éxito? ¿Estás preparado(a) para ello? La fe sin obras es muerta.
¿Qué necesitas para comenzar a tener éxito?
Prueba con estas tres cosas y observa como tu vida comienza a cambiar. Verás grandes resultados en ti, en tu organización y en todo lo que hagas. Te aseguro que no será de la noche a la mañana, pero es un proceso que si lo repites día tras día lo que has estado buscando sucederá. Es lo que se conoce como repetición con propósito.
¿Estás listo(a)? Vamos y recuerda que estoy para acompañarte en tu viaje de alcanzar el éxito.