El fracaso es algo que puedes evitar decidiendo no vivir, pero la vida es muy bella para no vivirla. No dejes que el fracaso te impida disfrutar la vida.

Pedro Sifontes

En la vida, relaciones, carrera y negocios hay momentos en que nos sentimos como un fracaso. Cuando las cosas no salen como las planeamos en el matrimonio, cuando no obtuvimos ese ascenso o aumento esperado, cuando no hicimos la venta deseada o tal vez cuando perdimos un proyecto.

Hoy en día es muy común encontrar a las personas viviendo lo que se conoce en términos de beisbol un “slump”, llevas tiempo sin darle a la bola. La traducción para slump es desplome, sientes que nada te funciona y que nada mejora en tu vida. Y si practicas el cristianismo como yo puedes pensar que Dios no te ama.

¿Qué es lo que hace que nos sintamos como un fracaso? La duda crea desconfianza en nuestra vida y cuando dudamos cualquier viento nos tumba.

  • Dudamos de nuestras capacidades y de nuestro potencial.
  • Dudamos porque nos cuesta dejar el pasado.
  • Dudamos porque le prestamos atención a la culpa y vergüenza. Dudamos porque comenzamos a compararnos con otros.
  • Dudamos de que alguien nos pueda ayudar y pensamos esto es lo que me tocó a mi.

¿Qué es aquello que te hace dudar? Eso que te hace dudar, que te hace sentir como un fracaso es una crisis de identidad. Cuando no sabemos quienes somos nos sentimos perdidos, desorientados y con miedo de avanzar al futuro.

Para dejar de sentirte un fracaso tendrás que comenzar trabajando tu identidad. Es responder a la pregunta ¿Quién soy? Esta es la pregunta que muchos se hacen y pocos responden. La mayoría basan su identidad en su nombre, en lo que hacen, en su país o en el rol que ocupan. Las etiquetas que te pones no definen quien eres.

Tu identidad está relacionada con la historia que te cuentas, con lo que te dijeron o hicieron tus padres u otras personas cercanas a ti que van moldeando tus pensamientos, emociones, creencias y comportamientos. Tu identidad es la historia que te cuentas de tu experiencia.

Al sentirte como un fracaso es porque te estás contando una historia de fracaso, te pregunto: ¿Cómo culminará esa historia?

¿Qué pasaría si cambias tu historia?

¿Qué pasaría si comienzas a recordar tu verdadera identidad?

¿Cómo sería tu vida cuando sabes quien eres? Por ejemplo cuando sabes que eres hijo de Dios, no significa que tengas que ser religioso para ser espiritual, simplemente actúas como un hijo porque sabes quien es tu padre. No buscas ganarte su amor porque sabes que Él te ama. No buscas ser aceptado por tu desempeño porque ya eres aceptado. Sencillamente eres su hijo, le perteneces a Dios, esa es parte de tu identidad. Eso nunca va a cambiar.

Si estás leyendo esto dejame decirte que hay esperanza, no te rindas. Es un asunto de aprender a cambiar tu historia, de volver a soñar, de retomar tu identidad y comenzar a ganar.

No eres un fracaso, aunque puedas sentirte como tal. Tu eres más grande de lo que piensas, de lo que crees, solo dejate ayudar.

Pedro Sifontes