“La ley de la cosecha es cosechar más de lo que se siembra. Siembra un acto, y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosechas un carácter. Sembrar un carácter y cosechas un destino.”  James Allen

He encontrado que cada vez que logramos cosas nos sentimos bien con nosotros mismos, pero cada vez que no logramos no sentimos frustrados y desanimados. Este último pasa muy frecuentemente porque son más los que se rinden cuando fracasan la primera vez, que aquellos que se levantan de una derrota para seguir en la búsqueda de sus sueños.  Creo que todos estamos orientados al logro, es una necesidad humana de querer alcanzar, lograr, ganar, al fin y al cabo hemos nacido para triunfar.

Aunque muchos han perdido, y se sienten perdedores, la verdad es que no les gusta estar así. Ellos anhelan la victoria. Todos quieren lograr éxito en la vida, en su matrimonio, en su empleo o negocio. Todos quieren vivir para disfrutar, nadie se casa para divorciarse, nadie monta un negocio para fracasar. Todos quieren trabajar para vivir y no vivir para trabajar.

Hay un principio universal que dice: Cada uno cosechará lo que haya sembrado.” Es decir que cosechamos lo que sembramos. Un ejemplo, si usted ha sembrado naranjas, usted va a cosechar naranjas y no manzanas.

Alguien escribió (desconozco el autor):

Quien planta árboles, cosecha alimento.
Quien planta flores, cosecha perfume.
Quien siembra trigo, cosecha pan.
Quien planta amor, cosecha amistad.
Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
Quien planta vida, cosecha milagros.
Quien siembra verdad, cosecha confianza.
Quien siembra fe, cosecha certezas.
Quien siembra cariño, cosecha gratitud.

La cosecha está relacionada con los resultados, la recompensa, las consecuencias de nuestras acciones. En cambio, la siembra está relacionada con trabajo, inversión, esfuerzo, aporte, diligencia, enfoque, acciones.

¿Por qué no logramos nuestros sueños?

No sabemos lo que queremos. ¿He considerado realmente lo que quiero?

No hacemos el esfuerzo necesario. ¿Estoy dando el “extra” en mi vida?

No estamos invirtiendo. ¿Cómo invierto mi tiempo y mis energías? ¿Dónde estoy invirtiendo mi vida?

No estamos dispuestos a trabajar en largo plazo, queremos una solución rápida. ¿Qué aporte puedo dar para acelerar el proceso?

No creemos en nosotros mismos. ¿Cree en usted? ¿Tengo la confianza de que lo voy a lograr? ¿Qué pienso de mí?

No queremos fracasar, queremos tener la certeza de ganar. ¿Qué haría si supiera que no fuera a fracasar?

No nos gusta lo difícil, mientras más fácil mejor. ¿De qué otra manera puedo lograrlo?

Nos tornamos rígidos, es como pensamos o decimos. ¿Estoy dispuesto a cambiar? ¿Qué pasaría si cambio la estrategia o la táctica?  ¿Estoy dispuesto a ser flexible?

No buscamos el apoyo. ¿Quién puede ayudarme? ¿Con quién debo relacionarme para lograr mis sueños?

De seguro hay otras razones por las cuales no está logrando sus sueños, coloque las que considero principales, y junto a ellas, preguntas para desafiarle a ir por más en la vida. Mientras estemos vivos siempre tendremos obstáculos que se interpondrán en nuestro camino. De nosotros depende quedarnos derribados o levantarnos para llegar a la meta.

“Si quieres sembrar, no te quedes mirando al viento;  si quieres cosechar, no te quedes mirando al cielo.” Eclesiastés 11:4

Hoy es el mejor día para salir a sembrar sus sueños y de seguro va a tener una gran cosecha. Si necesita más información para alcanzar sus sueños, escríbenos a info@liderazgocreativo.com

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach & Conferencista
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